viernes, 27 de mayo de 2016

La lactancia materna. Gratificante, duro pero, sobre todo, una decisión personal

El tema de la lactancia materna cada vez es más controvertido. Hay una gran presión social que te hace parecer “mala malísima” si decides no dar el pecho a tu hijo y eso hace que, en muchos casos, si no puedes, el sentimiento de culpa y frustración sea demasiado grande. Y esto tampoco es justo. 



Con este post yo sólo quiero mostrar mi experiencia y contar un poco cómo me fue a mí, porque al principio me resultó durísimo. Pero quisiera que quedara claro que respeto todas y cada una de las decisiones. Cada una es libre de elegir lo que considere más adecuado para ella y para su bebé, y nadie merece ser juzgado por ello. Como ya he dicho en otros posts, es fundamental que la madre esté bien física y psíquicamente, y si dar el pecho supone llegar casi a la depresión, mejor no hacerlo. Digan lo que digan.



En mi caso, tenía claro que quería intentarlo. Siempre he sido de la opinión de que un hijo es un sacrificio y su nacimiento supone un gran cambio en tu vida en el que él se convierte en lo más importante. Por ello, mi idea era -y es- darle siempre lo mejor (o lo que yo considero lo mejor) en la medida de mis posibilidades.

Cientos de estudios, profesionales, corrientes, instituciones, hablan de lo beneficioso que es amamantar a tu bebé, por lo que no me planteé no hacerlo. Sí es cierto que estaba muy concienciada de que si no podía no pasaba nada. No quería agobiarme ni deprimirme si esto no era posible. 

Desde el primer momento el niño se agarró bien pero tuve que ayudarme de pezoneras porque el peque no tenía fuerza suficiente. Pero sin mayor problema. Así salimos de hospital y llegamos a casa. Durante mi ingreso me dijeron que tenía que poner al niño 20 minutos, 30 a lo sumo, en cada pecho. Sin embargo, yo había leído que “a demanda” es a demanda, por lo que era muy importante dejar al niño hasta que el decidiera soltarse, porque el mayor alimento está siempre al final, y después ponerle al otro pecho. 

Así que al llegar a casa esto es lo que hice. Hasta dos horas llegué a estar en algunas tomas. Mi hermana me decía que no podía ser tanto tiempo, que me estaba usando de chupete, pero yo estaba convencida de que el niño comía. Y lo llevé bastante bien. Estaba muy cansada, pero el chute de hormonas que tienes al llegar del hospital, y la ilusión, me hicieron llevarlo bastante bien. 

A la semana llevamos al peque al pediatra y había cogido ¡¡50 gramos!! Imaginaos mi cara. Uf, se me cayó el mundo encima. Tomas eternas, la sensación de que el niño comía y luego ver que había cogido nada más que 50 gramos... No sabía qué hacer. 

La pediatra se inclinó a ayudarle con leche de fórmula, hasta que, por casualidad, le comenté lo que hacía, es decir, tenerle al pecho “sine die”. Y me dijo que ni hablar. Que media hora por pecho… como mucho. Así que las instrucciones durante una semana fueron: dar el pecho ese tiempo, sacarme lo que quedara de leche con sacaleches y luego dársela en biberón. Es semana para mí fue HORRIBLE. 

Se convirtió en, prácticamente, empalmar una toma con otra. No tenía tiempo para nada, ni casi para dormir. Tal era el estado de cansancio que una vez dando un paseo con mi marido, nos sentamos en un banco y en cuanto paramos de hablar, un segundo, me quedé dormida. Lo pasé realmente mal. El agotamiento podía conmigo, con mi estado de ánimo, con mis ganas… con todo. Y a esto se unía que no disfrutaba nada del peque. En cuanto le daba de comer se lo pasaba corriendo a mi marido para que le cambiara o estuviera con él porque yo no tenía fuerzas para nada. Imaginaos el sentimiento de culpa que me invadía. 

Pero el esfuerzo mereció la pena, porque a la semana siguiente el peque cogió casi un kilo, ya dejamos el sacaleches y manteniendo la fórmula 30-30 cada semana iba cogiendo peso a muy buen ritmo. Hasta hoy, que la verdad es que come de maravilla. En broma decimos que esa primera semana el pobre pasó tanta hambre que ahora no deja que se le escape ni un trozo de comida, jeje. 

Contando mi experiencia lo único que quiero transmitir es que esto de la lactancia es duro, es cansado (incluso aunque te vaya todo de maravilla, cansa) pero si tienes interés, poco a poco la cosa mejora. Para mí el peor caballo de batalla fueron las grietas, pero eso lo contaré otro día.

Lo que sí reconozco es que, sin querer, al conseguir que mi hijo se haya alimentado exclusivamente con leche materna durante seis meses, es una satisfacción muy grande. Es difícil de explicar, pero sientes cierto orgullo y cuando va todo bien, cesan los dolores y te acostumbras, se disfruta más.

Porque a lo de dar de mamar cada tres horas, salir sabiendo que tienes que dar el pecho en casi cualquier lugar, ingeniártelas para amamantar intentando que no se te vea nada (o casi)… a eso también hay que acostumbrarse, y cuesta. Yo, por las grietas, me pasé prácticamente tres meses sin poder hacer una vida “relativamente” normal. Me dolía tanto que sólo le podía dar el pecho en casa, así que estaba de los parques de mi zona… Mejor no os digo hasta donde, jeje. Gracias a los amigos que hacían el esfuerzo de venir a verme a menudo. A ellos irá dedicado otro post, porque su papel es muy importante en todo esto.

La primera vez que Éric comió fuera de casa. La cerveza es sin alcohol ¿eh? 

Y para no alargarme aún más, os doy mis consejos, por si os sirven:

- si la cosa no va bien la primera semana, cuéntale con detalle lo que haces a tu pediatra. Si yo, casi al irme y por casualidad, no le hubiera dicho todo el tiempo que le tenía al pecho, igual le habría dado leche de fórmula y se acabó la lactancia.

- Cada niño es un mundo. Aquí yo he contado cómo me fue a mí, pero no se puede generalizar. Hay niños a los que le va mejor estar más tiempo al pecho, otros que desde pequeños maman en diez minutos, madres que no tienen problemas nunca y otras que tienen que abandonar porque los dolores pueden con ellas. Tú lee, escucha, comparte y, a partir de ahí, haz lo que consideres más adecuado para ti y para tu hijo. Que la leche de fórmula hoy día está más que conseguida.

- Acude a los grupos de apoyo de la matrona de tu centro de salud. Una amiga me lo dijo, pero yo me encontraba tan cansada y hasta agobiada, que no me apetecía nada ir. Luego, cuando ya fue todo mejor empecé a acudir y me arrepiento mucho de no haberlo hecho desde el principio. Te ayuda un montón.

- Si realmente quieres dar el pecho y al principio cuesta, date un poco de tiempo. La inexperiencia, la falta de información y el cansancio nos incitan a tirar la toalla. Pero con un poco de paciencia todo se consigue. 

- Si ese intentarlo te empieza a afectar psicológicamente, no te sientas mal por renunciar y darle leche de fórmula. Disfrutar con tu hijo y que él te sienta bien es muy importante. Lo más importante. 

- Nunca digas “yo no haré esto” cuando veas lo que hacen otras madres. Yo siempre dije que si no podía dar el pecho no pasaba nada y, al final, me vi dándolo con unas grietas horribles durante tres meses. También dije que “6 meses y no más, ni hablar” y el niño tiene siete y medio y ahí sigo. Ya muy poco, sólo la mañana y la noche, pero ahí sigo. Si es que… no se puede ser tan tajante con algo que no se conoce. 

Y hasta aquí este larguísimo post. Espero que os sirva y ojalá, las que hayás pasado por ello, me contéis vuestra experiencia.



miércoles, 11 de mayo de 2016

Lavandaña Cosmetics, productos artesanales de Lavanda

Hace tiempo que tenía ganas de escribir este post sobre una iniciativa artesana que me ha conquistado. Se trata de Lavandaña Cosmetics, un nombre que basa todos sus productos en la lavanda, una planta que le da un color y un sabor especial a todas sus creaciones. 


Lo que más llama la atención, por ser único en España (parece que hay otro en Francia, pero con un sabor muy diferente) es su licor. Tiene un sabor, como todos, fuerte pero me encanta que, al final te queda un toque especial que le hace ser único y consigue conquistar. 


Yo lo conocí a través de mi amiga Mónica, creadora de La Alcarria es Más (una web fantástica para conocer todo sobre la Alcarria conquense, así como alojamientos y lugares de interés). Por ser de la zona, les conocía y un día nos dio a probar ese licor, a todos nos encantó. 

Pero si prefieres algo más suave, prueba su crema. Está riquísima. Semejante a la crema de orujo, pero mejor. Y entre sus últimas creaciones, el gin-tonic, un cóctel obtenido por la mezcla de ‘Ginebra Premium’ —elaborada por el mismo licorero que el resto de sus productos— y licor de lavanda.

Pero no todo es alcohol en esta firma. Hacen muchas cosas más con el mismo denominador común, la lavanda, por lo que el olor y la textura son sus señas de identidad. Así encontramos sacos antipolillas, velas, jabones, que impregnarán todo lo que toquen. También venden esencia y ambientadores, que dejan los armarios, coches y cajones con una sensación fresca y muy agradable. Uno de sus últimos "inventos", porque aquí no paran de innovar, el jabón de manos líquido. Me encanta. Yo lo tengo fichado, a ver si lo compro, porque me gustó muchísimo. 

Además, estos productos son totalmente naturales y perfectos para todo tipo de pieles, ya que la auténtica esencia de la lavanda es antibacteriana, astringente, antiiflamatoria, antiséptica y cicatrizante.

Como veis. Yo soy fan total. Me encanta para regalar y para “autorregalar”, ya que la esencia de lavanda relaja y alivia tensiones. Además, que deja un olor tan agradable que no te cansas de él. 

Venden todos sus productos online, y puedes comprarlos de forma individual o en grandes cantidades. También hacen packs variados. Y si quieres hablar con ellos, hacer una compra importante o conocer sus productos hay dos opciones: estar atentos a los mercadillos en los que participan (hace poco estuvieron en Madrid en Nomada Market, por ejemplo) o ir a “La choza del abuelo” una casa cueva donde trabajan y donde, previa cita, te enseñarán todos sus productos, su catálogo para presentarlos y probar sus licores de primera mano. 

A algunos de sus creadores los he conocido personalmente en algún mercadillo y son encantadores, de verdad. Se nota que les gusta lo que hacen. Y también se nota en lo bien presentados que van sus productos. Súper bonitos. 

De todo esto y mucho más puedes conocer a través de la propia web de Lavandaña Cosmetics o los estupendos reportajes publicados en Alcarria es Más (sobre el gin-tonic aquí, sobre la presentación de la casa cueva aquí, o sobre el licor que tan famosos les ha hecho aquí).

Foto La Alcarria es Más.

                                Foto La Alcarria es Más.
                         Foto La Alcarria es Más.







martes, 10 de mayo de 2016

La lista de invitados. Quitar, poner, poner, quitar…

Aquí llega uno de los momentos críticos en muchas parejas, hacer la lista de invitados. Algo que parece tan sencillo a veces es motivo de algún que otro enfrentamiento, así que es bueno ir hablándolo desde el principio porque el número también nos va a condicionar muchas decisiones. 

Una de las más importantes es el lugar de celebración. Hay salones o fincas donde te exigen un mínimo y otros que, por capacidad, no admiten más de lo que ellos consideran adecuado para estar cómodos y que quede todo a la perfección. 

Por eso, muchas veces, antes de empezar a buscar el sitio, es bueno tener una idea aproximada, es decir, saber si rondará los 100, 150, 200… El número exacto no es necesario hasta una semana antes de la boda aproximadamente (esto también varía según el lugar, a mí me dejaron modificar la noche anterior -siempre que habláramos de dos o tres personas, claro- pero hay otros que te exigen concretar con varias semanas de antelación).

En este tema ninguna Wedding Planner, familia o amigo te puede ayudar. Es una decisión estrictamente personal de la pareja. Hay quien invita a todo el mundo y quien quiere una boda íntima con los imprescindibles. Todo es igualmente válido. 

 Imagen de El blog de María José.

El problema surge cuando una familia está acostumbrada a invitar a amigos de padres, compromisos varios y parientes lejanos no, lejanísimos, y la otra familia no va más allá de primos y hermanos. Aquí surgen los conflictos. 

En este caso lo mejor es optar por un término medio. Y hay que valorar distintas variantes. 

- Si el enlace es subvencionado por los padres, lo ideal es que nos dejen hacer lo que queremos, claro, pero aquí hay que entender que ellos tienen mucho poder de decisión y hay que respetar que también inviten a quien consideren. Ojalá sean respetuosos y no lleven a más invitados desconocidos para los novios que los que ellos mismo eligen, pero tenemos que contar con esta variable y aceptarla. 

- Si la boda corre por nuestra cuenta y riesgo ahí poco nos pueden decir los demás (pero lo harán, no lo dudes), aunque si tu pareja es de invitar a muchos y tú a pocos, lo ideal es un término medio. Tu pareja tiene que entender que no está bien un 80-20, por ejemplo, y tú también tienes que respetar que muchas veces tu pareja o suegros tienen que corresponder con compromisos y no cuesta nada tener unas personas más en la boda a cambio de evitar discusiones que no llevan a ningún lado. 

En mi caso particular, soy la tercera de tres hermanas, por lo que por mi parte no fue nadie que yo no conociera ni compromisos de trabajo de mi padre, por ejemplo. Sin embargo, mi marido es hijo único, así que sus padres sí tenían ciertos compromisos con los que corresponder, a lo que se une la ilusión de casar a tu único hijo. Al principio pones un poco de mala cara pero luego piensas ¿qué más da que vengan algunas personas más? Cierto que es gente que no les conozco pero ceder un poco no cuesta nada y, al final, la idea es que sea un día feliz para todos ¿no? 

Pero a pesar de gustos, preferencias o costumbres familiares, algo que nos va a determinar también mucho la lista definitiva de invitados, es el presupuesto. Por ese motivo yo os aconsejo hacer dos listas. Una, con los invitados imprescindibles y que son esos que no pueden ni deben faltar y, otra, con los compromisos, dudas, etc. Así, puedes contemplar el total que necesitas para elegir salón y elegir menús, y si el presupuesto se dispara, vas “sacrificando” invitados de los “no imprescindibles”. 

Es bueno tener esta lista completa casi desde el principio, para que sea más fácil hacer cálculos y negociar con los restaurantes. 

Y no olvides que el número invitados no sólo influye en el menú, sino también en la barra libre, la recena, los regalos que entregarás y en muchas otras cosas que se nos pueden ir ocurriendo…

A continuación os dejo un esquema que he visto por internet, que igual os ayudan a la hora de hacer la lista de invitados. 

lunes, 9 de mayo de 2016

La fiesta del cine. Hasta el miércoles, ve al cine por 2,90 euros

Un post exprés porque la ocasión lo merece. Desde hoy y hasta el miércoles, sí, has leído bien SÓLO TRES DÍAS, vuelve la Fiesta del Cine. Como sabes, se trata de tres días donde las entradas se ponen a un precio asequible, que eso es mucho decir.

Del 9 al 11 de mayo, puedes ir a ver las pelis que estén en cartelera por sólo 2,90 euros. Un precio genial. ¿Cómo? Sólo tienes que conseguir tu acreditación pinchando aquí, donde también verás los cines adscritos a la promoción y todas las condiciones de la misma. 

¿A que los lunes así son un poco menos lunes? Y que no te dé pereza, que la lluvia no se nota dentro del cine ;-)

Fiesta del cine