He decidido que cuando haga un viaje
que me gusta, por corto, largo, sencillo o exótico que sea, voy a intentar
escribir sobre él lo antes posible. Es que luego se me olvidan detalles, y, lo
mejor, las sensaciones que te provoca.
Así que, aún sin terminar de
deshacer las maletas, os voy a contar, por partes, mi fin de semana en la
Sierra de Gredos. La semana pasada fue mi aniversario de boda y, al día
siguiente, de novios (16 años en total, que se dice pronto). Cada año
intentamos pasar el fin de semana por ahí para celebrar estos dos momentos.
Como sólo llevamos cuatro años casados está siendo fácil, a ver por cuánto
tiempo más lo mantenemos.
Así que este fin de semana hemos
ido a la Sierra de Gredos. El viernes por la noche llegamos al Parador
(alojamiento que se merece otro post) y el sábado nos dedicamos a hacer una
ruta andando. Fuimos hasta un pueblo cercano, Hoyos del Espino, donde está la
Plataforma de Gredos. Por la AV-941, nada más pasar este pueblo en dirección a Navarredonda de Gredos está la carretera que sale a la derecha y que sube hasta la plataforma. Si vas desde el Parador o Arcipreste de Hita, esa carretera sale a la izquierda. Es un lugar desde el cual salen distintas rutas, aunque
la más conocida y señalizada es la que va hasta la Laguna Grande. A mí me
encantó, aunque es seca y no sé cuándo se me quitarán las agujetas ;-)
Son 5 horas andando, unos 13
kilómetros. Primero subes durante hora y media y tienes una bajada de una hora.
Tras estas dos horas y media llegas a la Laguna Grande y toca el camino de
vuelta, que es deshacer lo andado. La subida es menos dura, pero como estás ya
cansado, pues cuesta un poco, jeje…
Al principio hay muchas piedras y es un un poco seco, pero la subida merece la pena. Tiene un toque especial y diferente. Llegas hasta el
circo, desde el que se ve el pico Almanzor y unas vistas preciosas de la montaña
cubierta de liquen. Además, como la semana pasada había llovido tanto, estaba todo
mucho más bonito y había agua por todas partes.
Lo chulo de la ruta es madrugar y
llegar a la Laguna Grande a la hora de comer. Eso sí, llévate unos bocadillos o
lo que más te guste porque abajo no hay nada. Allí puedes disfrutar, ver
algunas cabras, un refugio para montañeros, descansar al sol y, al recuperar
fuerzas, volver al inicio.
Ah, y si eres un experto en estas
rutas y te quedan fuerzas, puedes continuar y subir hasta el pico Almanzor, por
ejemplo. Mira todas las opciones que hay...
Como consejo, llevar gorro o algo
similar porque, a pesar de que ha hecho un fin de semana fantástico, el aire es fuerte y frecuente y puede resultar un poco incómodo, porque hay, y mucho. Con algo que cubra los
oídos, es suficiente.
Y, como siempre en estos casos,
ropa cómoda, calzado de montaña y varias capas como ropa de abrigo, así, si
hace buen tiempo, puedes quitarte alguna porque en las subidas se sufre un poco.
Creo que nosotros hemos acertado con el fin de semana. Bueno, hemos tenido
suerte, más bien. Me imagino que más adentrados en el invierto tiene que hacer
muchíiiiiisimo frío. Las vistas, con todo nevado, tienen que ser
espectaculares, pero si este fin de semana, con más de 26 grados, allí arriba
hacía frío, en invierno no me lo quiero ni imaginar…
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