lunes, 23 de junio de 2014

Ubud, un rinconcito de Bali lleno de magia

Ayyy, qué duros son los lunes… Por eso, hoy he pensado que lo mejor es hacerlo con una gran sonrisa y pensando que el viernes (aunque ahora nos resulte difícil imaginarlo) está a la vuelta de la esquina. ¿O no se os pasan rápido las semanas? A mí cada vez más. Será que me hago mayor.

Pero si esta mentalidad positiva a estas horas no os ayuda lo más mínimo, vamos a pensar en las vacaciones. Yo os voy a ayudar con lo poquito que me queda de mi viaje a Indonesia. Dentro de nada hará un año de aquello y cada vez estoy más convencida de que es el mejor viaje de mi vida. Nunca pensé que me iba a gustar tanto y que su recuerdo duraría en mí tanto tiempo.

La última parada fue la isla de Bali, pero el viaje se dividió en varias etapas. Es lo más conocido por todos y los famosos le han dado un lugar protagonista pero yo, habiendo visto todo lo anterior, no lo podría lo primero de la lista. Una vez que estás allí hay que ir, sin duda, pero Indonesia tiene muchos más tesoros. Bali está mucho más enfocado al turismo y te resulta más difícil interactuar con la gente. Está lleno de extranjeros. Y entre Bali playa y su interior –Ubud es lo más conocido - sin duda me quedo con el interior. Hay mucha cultura y arquitectura que me gustó muchísimo. Casas, templos, lugares con historia y mucho encanto.

Eso sí, los hoteles son una pasada. Si tu economía te lo permite o vas a ir a pocos destinos en Indonesia o vas de luna de miel, sin duda, alójate en una villa, no en una suite. Nosotros, después del lujo de Bidadari ya no lo hicimos, además, la idea era patear mucho, no estar en el hotel, pero si tu plan es otro, ¡¡villa, villa, villa!! Date un Xq Me Lo Merezco

Si tienes dos o tres días para visitarlo, te cuento un poco nuestro recorrido. Primero, fuimos a visitar una casa balinesa, a los orfebres de oro y plata (prescindible), a verdaderos artistas que tallaban la madera (de ahí trajimos una figurita que nos recibe nada más llegar a casa) y a los pintores balineses (había unos cuadros fantásticos). Después pasamos por magníficos campos de arroz situados en terrazas escalonadas antes de llegar a Sebatu donde visitamos el templo de la fuente sagrada, lugar de purificación para los balineses. También pasamos por Kintamani, un pueblo de montaña situado a 1400 metros de altura sobre el nivel del mar para comer con lavista espectacular del volcán aún activo Batur y el lago Batur. Después, fuimos a Besakih el templo más importante de Bali construido en la ladera del Monte Agung, la montaña más alta de la isla. Merece muchísimo la pena. Es enorme. 

A continuación Klungkung, la antigua capital donde visitamos la corte de justicia (Kertagosa) y el pabellón flotante (Bale Kambang). En el camino de vuelta hicimos una parada en Goa Gajah (la cueva del elefante) cuyo templo situado en el interior de la cueva es uno de los más visitados y venerado de Bali.








El segundo día lo teníamos libre y aprovechamos a ir al bosque de los monos de Ubud. ¡¡Mucho cuidado con los monos!! Son muy listos y se te suben por todo el cuerpo para que les des comida. Y como tengas algo en las manos ¡¡agárralo bien, que te lo quitan!! Luego aprovechamos a ver la ciudad donde estábamos alojados y  hacer todas las compras para hacer algunos regalitos al llegar a Madrid. Todo es muy barato allí.



El tercer y último día visitamos Mengwi para ver el templo real de Taman Ayun rodeado por un foso artificial. Luego fuimos a la zona de Bedugul, un pueblo de montaña situado a más de mil metros de altura sobre el nivel del mar. Después estuvimos en el templo de Ulun Danu Beratan ubicado sobre un promontorio rodeado por el agua del lago. Este santuario mitad medio Hindú mitad Budista está dedicado a Dewi Danu, la Diosa de las aguas. Merece mucho la pena, es precioso. Después, hicimos algunas compras en el mercado típico, para luego ir al Jardín Botánico de Bali (Kebun Raya). De aquí nos llamó la atención el lugar dedicado a los cactus. Nunca había visto tantísimas variedades. Bueno, ni sabía que existían. Después estuvimos en Alas Kedaton, el bosque sagrado de los monos y murciélagos frutícolas. 





Por último fuimos al templo de Tanah Lot. Está  situado sobre una gran roca en el mar, sus puestas de sol son unas de las más bonitas de Bali. De este templo sólo puedo decir que es ESPECTACULAR. Pudimos ver la puesta de sol desde un lugar muy bonito y, a pesar de lo fantásticas que son en todo el país, no podíamos dejar de admirar la belleza de ésta. Una mezcla de asombro junto con la tristeza de que el viaje se acababa nos ha dejado un recuerdo imborrable de este templo. 





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